Los nidos de ametralladora de Selgua (Huesca)

Los nidos de ametralladora de Selgua (Huesca)

El núcleo de Selgua contó durante la Guerra Civil con diferentes fortificaciones, situadas todas ellas en la orilla derecha del río Cinca y formando parte del campo atrincherado de Monzón, siendo éste un sector más de la Línea del Cinca. Esta línea defensiva se comenzó a construir a finales de agosto de 1936, aunque en noviembre se amplió por el sector norte hasta Naval y El Grado, siguiendo el curso del río Cinca hasta Monzón y llegando por el extremo sur hasta las inmediaciones de Gandesa. Adquirió verdadero ritmo constructivo a principios de 1937 y tenía como misión frenar cualquier intento de llegada de las tropas nacionales al mismo río Cinca.

Las defensas de Selgua se concentraron sobretodo en dos sectores, el Barranco de la Clamor y la Ermita de San Salvador, contando cada una de ellas con diferentes posiciones defensivas como trincheras, nidos de ametralladoras o refugios, entre otras, estableciendo de esta manera una barrera defensiva importante.

El Barranco de la Clamor fue una de las importantes posiciones de Selgua que formaron parte del conjunto fortificado de la Línea del Cinca en el sector de Monzón. Esta posición contó, entre otros elementos, con hasta 16 nidos de ametralladoras, siendo los más importantes dos nidos de ametralladoras dobles. Cada uno de ellos contó con su respectivo refugio para sus ocupantes, situados ambos a cada lado de la carretera de Sariñena y con el objetivo de batirla ante cualquier avance de las tropas nacionales. Cada nido contaba con una extensa trinchera que también servía de evacuación para los ocupantes de los respectivos nidos.

Planimetría del nido de ametralladoras del lado izquierdo de la carretera Selgua-Sariñena

Planimetría del nido de ametralladoras del lado izquierdo de la carretera Selgua-Sariñena

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Planimetría del nido de ametralladoras del lado derecho de la carretera Selgua-Sariñena

Planimetría del nido de ametralladoras del lado derecho de la carretera Selgua-Sariñena

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La otra zona en cambio, la de la Ermita de San Salvador contó con un total de 10 nidos de ametralladoras, un número inferior a los situados en el Barranco de la Clamor, cruzando sus fuegos con las fortificaciones existentes en Castejón del Puente y sus alrededores.

Planimetría del nido de ametralladoras de la Ermita de San Salvador

Planimetría del nido de ametralladoras de la Ermita de San Salvador

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Por su parte, los nidos de ametralladoras eran unas construcciones que protegían a los sirvientes de una ametralladora o fusil ametrallador. Estos podían ser de diferente tipo según su disposición y los materiales de construcción utilizados, encontrándose nidos de ametralladora realizados de mampostería, ladrillos, cemento, metálico o de hormigón armado, así como otros más simples realizados a cielo abierto (a barbeta), semi enterrados y con sacos terreros. Todos los tipos de nidos de ametralladora tenían en común que disponían al menos de una aspillera, una apertura a través de la cual se podía disparar desde el interior del nido.

De hecho, los asentamientos de estos nidos de ametralladora representaban el esqueleto de cualquier posición defensiva siendo estos los elementos principales ya que la ametralladora era un arma muy efectiva que funcionaba por ráfagas rápidas a distancias pequeñas y medianas, equivalente a la utilización de 100 fusiles manejados por el mismo número de soldados.

Planimetría del nido de ametralladoras de la Escombrera, situado entre los dos sectores

Planimetría del nido de ametralladoras de la Escombrera, situado entre los dos sectores

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