La Batalla de Quinto (24-26 agosto 1937)

La Batalla de Quinto (24-26 agosto 1937)

La Batalla de Quinto vino emmarcada dentro de lo que se conoce como la ofensiva de Zaragoza que realizaron los republicanos en verano de 1937. Ésta se planeó como una operación de gran envergadura con el objetivo de rodear y capturar Zaragoza, al mismo tiempo que se efectuaban otras operaciones secundarias en todo el Frente de Aragón. El puesto de mando de la operación se estableció en Bujaraloz y dividió sus fuerzas en cuatro agrupaciones, un total de aproximadamente 100.000 hombres, respaldados por unos 100 aviones y unos 200 carros de combate. En cuanto a las fuerzas nacionales y por tanto defensoras del terreno, se encontraban las fuerzas del general Urrutia en el Frente de Huesca, las del general Muñoz Castellanos en la zona de Teruel y sobretodo las del general Ponte en el sector de Zaragoza. Ésta última estaba formada especialmente por el Vº Cuerpo de Ejército, compuesto por las divisiones 50ª, 51ª y 52ª, además de contar con tres brigadas móviles y una quincena de aviones, haciendo un total de poco más de 40.000 hombres, donde se incluían los defensores de Quinto.

La ofensiva republicana se inició el 24 de agosto pero no tuvo el éxito esperado y a pesar de todos los efectivos involucrados, los republicanos no consiguieron el objetivo de conquistar Zaragoza y solamente consiguieron conquistar unas pocas ciudades aragonesas como Quinto, Codo o Belchite, donde se enrocó la ofensiva.

Por su parte, Quinto jugó un papel muy importante en la ofensiva sobre Zaragoza de verano de 1937 ya que se encontraba en el mismo frente de guerra y por tanto, en uno de los puntos donde los republicanos tenían que iniciar su ofensiva. De hecho y siguiendo el curso del río Ebro desde Quinto, era el camino más rápido hacia Zaragoza.

Imagen de la entrada de tropas republicanas en Quinto

Imagen de la entrada de tropas republicanas en Quinto

Fotografía de Centelles. http://www.quintodeebro.com/historia/historia_1938.htm

Los combates en Quinto se iniciaron rápidamente cuando la 102ª Brigada y tres batallones de la 120ª además de una compañía de Ingenieros cruzaron el Ebro a las 04:00 horas y comenzaron sus ataques a la estación de ferrocarril de Pina de Ebro y a la Ermita de Bonastre, pero sin llegar a conquistarlas en todo el día, aunque sus compañías más avanzadas se acercaron al norte de la huerta de Quinto donde tuvieron algunos combates. Por su parte, la Agrupación D inició también sus ataques siendo detenida en la línia Mediana, Rodén y Fuentes, situándose la 35 División Internacional al mando del general Walter en el extremo este del despliegue. Ésta División estaba formada por la 15ª Brigada Internacional, la 11ª Brigada Internacional y la 32ª Brigada Mixta, actuando las dos primeras en Quinto. De hecho, la 15ª Brigada atacó Quinto a las 06:00 horas, más concretamente el Batallón Dimitrov contra la posición de Purburel, aunque el fuego intenso que realizaron los defensores nacionales hizo que el batallón llegase al norte del pueblo dando un gran rodeo, evitando también las posiciones fortificadas de Las Eras y el Cementerio. Estas dos últimas posiciones fueron atacadas a partir de las 09:00 horas por el Batallón Lincoln estadounidense y el Batallón Mackenzie‐Papineau canadiense. El combate siguió y a las 13:00 horas aviones republicanos bombardearon Quinto mientras que a las 15:00 horas y con la presencia de ocho tanques, apoyo artillero y el envolvimiento del pueblo por parte del batallón British, la Lincoln se lanzó al ataque logrando dos horas después que buena parte de la posición de Las Eras y el Cementerio estuvieran ya en poder de la 15ª Brigada. A las 18:00 horas, las compañías 1ª, 2ª y 3ª del batallón Lincoln tomaron posiciones frente al cementerio y la iglesia, librándose los primeros combates en el casco urbano; mientras que los pocos defensores supervivientes de Las Eras, evacuaron su posición y se sumaron a la defensa del casco urbano.

Otras posiciones que también cayeron en poder republicano fueron las posiciones de La Tosqueta y Las Parideras tras el ataque de la 11ª Brigada Internacional, enlazando así de esta manera con las fuerzas de la Agrupación C. Por lo tanto, al finalizar el día 24 de agosto, siguieron en poder de las tropas nacionales Bonastre, la estación de ferrocarril de Pina, el casco urbano y el Purburel, concentrándose el mayor número de defensores en éstas dos últimas y no contando con ningún tipo de refuerzo ya que Quinto, al igual que otras poblaciones como Fuentes de Ebro, Belchite o Codo, se encontraban prácticamente aislados. La poca ayuda con la que pudieron contar los defensores nacionales fue con el bombardeo que realizó aviones de la Legión Cóndor sobre posiciones republicanos aunque sin mucho éxito a las 07:45 horas del día siguiente. Durante ese mismo día, el jefe de la guarnición de Quinto ordenó que las tropas se concentrasen en la Iglesia y en algunas casas de la plaza, a la misma vez que se emplazaron dos piezas de artillería en las bocacalles con el objetivo de hacerse fuertes en esos lugares y potenciar así la defensa, a pesar que tan solo disponían de 30 disparos. De hecho, la petición de refuerzos por los defensores de Quinto fue una constante durante toda la noche del 24 al 25 e incluso hasta la madrugada del día siguiente.

Por su parte la respuesta republicana vino dada rápidamente ya que a las 08:00 horas el batallón Dimitrov atacó la estación de ferrocarril de Quinto donde en sus proximidades se encontraba una posición fortificada y con la ayuda de la 3ª compañía de la Lincoln ocupó la fábrica de cemento. Sobre las 16:00 horas los republicanos conquistaron la posición de Bonastre mientras que poco antes habían hecho lo mismo con la estación de ferrocarril de Pina de Ebro. Tanto fuerzas del Batallón Dimitrov como del Batallón Británico lucharon en el mismo casco urbano, incluso combates casa por casa, quedando al anochecer solamente por ocupar algunas casas de la plaza.

Al finalizar al día, los nacionales solamente resistirían en la zona fortificada del Purburel, a pesar de que habían rechazado un serio ataque del Batallón Británico durante el día donde había muerto su jefe y que se les había cortado el suministro de agua procedente des del pueblo ya que la iglesia también seria conquistada por los republicanos tras duros combates.

El día 26 fue el definitivo para el desenlace de la batalla de Quinto ya que los defensores solamente resistían en el cerro de Purburel, que se encontraba rodeado de fuerzas republicanas una vez que habían sido tomadas todas las casas de la localidad. Por si fuera poco, los defensores nacionales aun tuvieron que sufrir un bombardeo aéreo de su propia aviación que los atacó por error creyendo que estas posiciones ya estaban conquistadas por los republicanos. Poco más tarde, a las 10:00 horas, se inició un ataque generalizado para rendir a los últimos defensores de Quinto por parte de la 3.ª Compañía del Batallón Lincoln, el Batallón Británico, dos compañías del 24º Batallón y abundante apoyo artillero y aéreo. Los defensores intentaron resistir a expensas de la difícil situación, no rindiéndose los primeros defensores hasta las 16:30 horas, mientras que finalmente, hacia las 18:30 horas los republicanos conquistarían el cabezo de la Nariz y por tanto dieron por tomada toda la posición y finalizando así la Batalla de Quinto.

Plano de la Batalla de Quinto

Plano de la Batalla de Quinto

Wikipedia

Imagen de tropas republicanas después de la conquista de la Ermita de Bonastre

Imagen de tropas republicanas después de la conquista de la Ermita de Bonastre

Fotografía de Centelles. http://www.quintodeebro.com/historia/historia_1938.htm